Por: Lillian G. Báez Ureña
Encargada del Departamento de Prevención de Lavado de Activos y Financiamiento al Terrorismo. DGII
Licda. en Derecho, Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM)
Magíster en seguridad y Defensa Nacional / Especialidad en Crimen Transnacional Organizado
Especialista Certificada en Gestión de Riesgos de PLAFT. ECGRPLD/FT).
Certified Professional in Anti-Money Laundering. (CPAML-FIBA)
Anti-Money Laundering Certified Associate (AMLCA).
Certificada como Evaluadora Internacional ante el GAFILAT.
La lucha contra el lavado de activos tiene muchas perspectivas desde donde puede ser abordada, y el sistema de prevención definitivamente es una de ellas. En los últimos años, República Dominicana ha demostrado interés y compromiso en la lucha contra estos flagelos, la cual no solamente debe darse desde el ámbito de la persecución del delito, sino que también desde el enfoque preventivo. Evitar que recursos ilícitos ingresen al sistema económico y financiero de un país es una de las tareas más importantes en la lucha antilavado y una de las formas más idóneas para cortarles los recursos económicos a la criminalidad organizada, aspecto este que permite que dichas actividades delictivas puedan crecer y perpetuarse en el tiempo.
Tradicionalmente, las autoridades han establecido su modelo de supervisión en un enfoque basado principalmente en la verificación del cumplimiento de la normativa legal y reglamentaria. Sin embargo, el cambio de paradigma y las realidades de las economías del siglo XXI han obligado a una transformación de este enfoque clásico a una gestión de riesgo. Este cambio obliga a que las supervisiones en materia de prevención de lavado de activos y financiamiento al terrorismo (PLAFT) sean más efectivas y eficientes. Dados los desafíos que representan los procesos de control, sobre todo en el sector no financiero, se hace necesario dirigir la mayor cantidad de recursos y esfuerzos a los escenarios que implican mayores riesgos al sistema.
La Dirección General de Impuestos Internos (DGII), a través del Departamento de Prevención de Lavado de Activos, en aras de continuar con la implementación de las mejores prácticas de supervisión establecidas a nivel internacional, adoptó desde sus inicios un enfoque de supervisión basada en riesgos (SBR). No obstante, en el último año este modelo se ha mejorado a través del diseño y la implementación de un sistema automatizado, que permite la medición de los riesgos de los sujetos obligados (SSOO) bajo su órbita, interrelacionando elementos cuantitativos y cualitativos propios de las entidades, con variables y factores esenciales del sistema PLAFT.
El objetivo de dicho software es poder medir y gestionar el riesgo a nivel sectorial e individual, con la finalidad de realizar supervisiones con un alcance puntual, abarcando principalmente aquellas entidades de mayor desafío y permitiendo la diversificación de los mecanismos de control. De igual forma, el sistema arroja señales de alerta al supervisor, por lo que a través del análisis de las informaciones que en esta materia remiten las entidades, se podrán realizar cruces de información para verificar la operatividad de los clientes en los distintos sectores y generar estadísticas que faciliten la realización de estudios sectoriales que permitan la publicación de guías dirigidas a las entidades, siendo esto último de utilidad para los regulados al momento de estructurar sus programas de PLAFT, entre otras bondades.
Con este paso la DGII afianza el compromiso de en materia PLAFT incorporando buenas prácticas y altos estándares internacionales con el objetivo de ser un referente en la región en materia de supervisión a los sujetos obligados no financieros.
